Que vuelvan los Guardianes de Nervión
El Sánchez Pizjuán fue un día un estadio inexpugnable en el Viejo Continente. Ningún equipo, procediera de donde procediera, era capaz de asaltarlo en competición europea. Ni siquiera el Real Madrid de Di Stéfano pudo sacar el triunfo de Nervión. Eso no era hace mucho tiempo. Un día llegó el primer pinchazo, ante el AZ Alkmaar, una gota en el océano (1-2). Pero el año que realmente ha debilitado la fortaleza continental del Sánchez Pizjuán ha sido este 2010. Primero el CSKA de Moscú, luego el Sporting de Braga y hasta el PSG. Tres derrotas consecutivas, dolorosas y claves en la historia del club, sobre todo las dos primeras. Es hora de ponerle freno a esa desastrosa cadena. Es hora de que vuelvan los Guardianes de Nervión.
Es un cántico sevillista, de la grada, sí, pero también es un llamamiento al orgullo. Al orgullo de los jugadores en este caso. A unos futbolistas que andan tocados tras el meneo que le pegó el Barcelona la pasada jornada de Liga, y también tras los varapalos sufridos desde el verano, principalmente en Europa. Pero la ocasión es inmejorable para recuperar el ánimo y el honor. El ánimo tras la goleada sufrida y el honor del Sánchez Pizjuán. Porque el rival es un equipo débil, que en teoría no debe oponer resistencia a un Sevilla que se juega encarrillar la clasificación en la Liga Europa y porque tras una caída la mejor reacción posible es una victoria.
El Sevilla, además, necesita los tres puntos para no andar con apreturas en las dos últimas jornadas. Este jueves puede ser muy positivo dependiendo de lo que ocurra en el Parque de los Príncipes. Si a esto le sumamos que el equipo de Manzano vuelve a jugar con la condición de local, bendición desde que el jiennense se hizo con el equipo, puede ser el día, la noche de la inflexión.
Eso sí, Manzano sigue con su plan. No se deja alterar. Las necesidades, aún no urgencias, no alteran su semblante, ni su manejo de la plantilla. Por eso hoy volverá a rotar en la plantilla y en la alineación. Con Renato de descanso, con Guarente y su rodilla en modo espera, Cigarini volverá a tener su oportunidad. O se pone las pilas el italiano o el camino de vuelta a Nápoles lo puede empezar a recorrer antes de tiempo. A su lado Zokora, a intentar ganarse la confianza de Manzano. Y atendiendo a los ensayos del técnico, Alfaro, Capel, Kanouté, Negredo y compañía en la vanguardia.
Europa necesita un Sevilla más fuerte, un Sánchez Pizjuán inexpugnable. Que lo sufra el Karpaty.