El Sevilla de Marcelino, el segundo menos goleador del siglo

Es evidente que el gran problema que tiene el Sevilla, a día de hoy, es la falta de gol. No es algo novedoso esta temporada, puesto que ya en los albores de la competición apuntaba a ser una de las grandes asignaturas para el equipo entrenado por Marcelino García Toral. Y no es por falta de ocasiones. Amén del partido de este sábado contra el Español, por ejemplo, a uno le viene rápido a la memoria el encuentro ante el Granada, por significativo, cuando el Sevilla llegó a gozar de innumerables situaciones de gol sin acierto y lo pagó con la derrota. Desde luego, tampoco es falta de potencial, pero la realidad es que son ya demasiados los partidos en que el Sevilla genera oportunidades sin materializarlas. La lectura positiva es, precisamente, ésta, que el equipo crea peligro y que, probablemente, sea en parte una cuestión de mala racha, pero, de cualquier forma, los números dicen que, a estas alturas, este Sevilla es el menos goleador de las últimas nueve temporadas, el segundo peor en lo que va de siglo; incluso el equipo que descendió en la temporada 1999-2000 contaba con dos tantos más en su haber cuando se atravesaba el ecuador de la Liga.

Y es curioso, porque con el empate a cero de anoche el Español acabó, por paradójico que pueda parecer, con una serie de veinte partidos seguidos en los que el conjunto nervionense había conseguido al menos un gol en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Antes de los de Pochettino, el último equipo que dejó a cero su portería visitando Nervión fue el Málaga, y de eso hace ya prácticamente un año, puesto que fue el 6 de febrero de 2011. Desde entonces, el Sevilla marcó en el Pizjuán en sus siguientes veinte partidos: siete de la Liga del curso pasado y nueve de este; dos de la Copa del Rey (San Roque y Valencia); y dos de la Europa League (Oporto y Hannover).
El dato negativo, el que dice que el Sevilla de Marcelino es el menos goleador de las últimas nueve campañas, lo hubiese esquivado el conjunto blanquirrojo anotando uno o dos goles ante los periquitos. Opciones tuvo de sobra. Pero no lo consiguió y, con sólo 19 tantos en las 18 primeras jornadas, empeora las cifras registradas en las temporadas 2005/06, cuando con Kanouté, Luis Fabiano, Saviola y Kepa en la vanguardia había marcado 20 goles; y 2004/05, en la que sumaba 21 con Darío Silva, Aranda, Carlitos, Antoñito y un enrachado Baptista en la plantilla.
La peor cifra de goles anotados a estas alturas en lo que va de siglo XXI la tiene el Sevilla de la temporada 2002-03 cuando con casi medio Campeonato finiquitado, como ahora, tan sólo había anotado 15 goles. Antoñito, Toedtli y Moisés fueron entonces los delanteros en este tramo de la competición, con un joven Reyes ya jugando con el primer equipo. En temporadas posteriores, la cifra de goles con la primera vuelta prácticamente acabada, exceptuando las mencionadas de 2005 y 2006, siempre ha estado cerca de los 30 e, incluso, en un par de ocasiones, de los 40. El propio Marcelino vino a evidenciar, con una frase en la rueda de prensa posterior al partido, el alto porcentaje de eficacia del Sevilla de los últimos tiempos: "Cuando yo venía al Pizjuán con equipos visitantes, el Sevilla tenía cinco ocasiones y, de ellas, metía tres o cuatro".
Esa efectividad, por el momento, ha desaparecido. En determinadas acciones contra el Español llegaron a percibirse algunos síntomas de ansiedad, pero, en cualquier caso, ni el entrenador ni los jugadores aparentan estar obsesionados con esta carencia, que consideran circunstancial y transitoria. Aunque admiten que es vital encontrar una solución, están convencidos de que el gol llegará, siempre y cuando el equipo mantenga esta actitud ofensiva y continúe generando semejante torrente de ocasiones. No obstante, sí pueden ser un problema a corto plazo las lesiones de hombres de ataque: Diego Perotti ha vuelto a caer y de nuevo será baja un tiempo, Manu Del Moral sintió molestias y Kanouté ha venido arrastrando problemas y, además, se pierde el derbi por sanción. Desde la mediapunta, Reyes ya ha empezado a demostrar sus dotes, aunque ha coincidido con que Álvaro Negredo, el delantero llamado a ser el referente goleador de este Sevilla, no está especialmente fino. Resulta incuestionable que tanto el punta, si quiere ayudar al equipo y convencer a Del Bosque para acudir a la Eurocopa, como el Sevilla, si de verdad pretende alcanzar el cuarto puesto, tienen que ajustar sus cuentas con el gol.