El 4-3-3, sistema de salida de Míchel

Míchel afronta con el Sevilla lo que para él es un reto importante, hacer que el equipo vuelva a instalarse en la zona alta y alcance Europa, que tantas alegrías dio al club recientemente. Llegó a Nervión para intentar dar arreglo a la situación existente con Marcelino, sin premio. Esta vez toma las riendas desde el inicio y diseña el nuevo proyecto.

En ese diseño, hay un sistema de juego que gusta especialmente al técnico, el 4-3-3. "Me gusta mucho jugar con tres centrocampistas y tres delanteros", dice. Para ello, cuenta con numerosos mediocentros. Alguno podría salir, como es el caso de Guarente, de Campaña o Romaric. El primero está cerca de volver a Italia; el segundo se encuentra con España sub 19 jugando el Europeo y el club baraja buscarle una cesión; y el tercero es un caso especial, pues aunque el club no descarta venderle, en principio, cuenta para Míchel. "Está cumpliendo con las expectativas que yo tenía. Es un jugador del Sevilla mientras no se demuestre lo contrario. ¿Quién me dice a mí que no va a ser importante para el futuro?", manifiesta el madrileño.
Medel, cuya salida no está prevista pero tampoco es totalmente descartable, es la pieza fundamental de la medular, un recuperador incansable que ha demostrado también criterio a la hora de llegar arriba. Su función defensiva la cumple con creces, hasta el punto de haberse convertido en una especie de referente actual para la grada, por su entrega. Y en torno al chileno, Míchel tiene suficientes opciones para elegir y dar al equipo un cariz u otro en función del momento. Aparte de los mencionados, hombres de distintas características como Rakitic, Trochowski o los recién llegados Javi Hervás y Maduro. El holandés, pese a su etiqueta de suplente, llamado a ser un jugador importante a lo largo del curso, un acompañante más que un sustituto de Medel.
Míchel, a su llegada, empleó frecuentemente un 4-4-2. Esta vez parece que usará tres centrocampistas y tres hombres en el frente ofensivo de inicio, si bien ha aclarado también que el esquema variará en función de las necesidades del equipo en cada circunstancia. "No tengo claro que vayamos a jugar siempre con el 4-3-3, ya que hay jugadores que nos van a marcar y vamos a trabajar con dos sistemas. Entiendo que el equipo, dependiendo de cómo sea la confección final, nos puede obligar a jugar de otra manera en determinados partidos", declara el entrenador sevillista.
Todo dependerá de cómo quede finalmente el grupo, de si llega un delantero más o no, o de si el club consigue o pierde alguna pieza importante. También, lógicamente, influirán las lesiones y los resultados obtenidos. Pero la idea concebida originariamente por Míchel es esta, reforzar la sala de máquinas con tres hombres, darle vida al ataque sevillista también por la banda izquierda y que sea Álvaro Negredo, de inicio, el referente exclusivo en la punta del ataque.