De las lágrimas de Rubén al gol fantasma de Luis Fabiano
El Sevilla encara este sábado una de las citas más comprometedoras y a la vez especiales de la temporada, la visita del Real Madrid al Ramón Sánchez-Pizjuán.
En Nervión hay muchísimas ganas de vencer al actual campeón de la Liga, un club que, tomando como referencia el discurso de José María del Nido, priva al Sevilla de obtener más beneficios económicos y luchar por cotas más altas. Esto, en el fondo, es un aliciente más a la hora de afrontar el duelo. "Por el fútbol que están desplegando uno y otro en el comienzo del campeonato, no hay tanta diferencia", dice el presidente.
En lo deportivo, los Sevilla-Real Madrid han crecido en intensidad en los últimos años, sobre todo cuando el conjunto hispalense comenzó a ser una amenaza real para los blancos. Se han vivido situaciones tensas y polémicas —"fútbol para hombres", como las recuerda el exdelegado sevillista Cristóbal Soria— que han evidenciado la intensidad e importancia de estos encuentros. Momentos de felicidad y tristeza en Nervión.
El domingo 9 de noviembre de 2003 el Pizjuán vivió una de sus noches más alegres con el Madrid como víctima. En el banquillo sevillista, Joaquín Caparrós. Enfrente, un equipo repleto de estrellas: Zidane, Figo, Beckham, Raúl, Ronaldo... todos se miraban perplejos en el minuto 37, cuando un Sevilla arrasador ya vencía por 4-0. Con Reyes como protagonista, Darío Silva, Dani Alves, Casquero y, antes, Iván Helguera en propia puerta, superaron a un impotente Íker Casillas. Carlos Queiroz señaló a Rubén y le sustituyó en el 25. El joven central —como se aprecia en la imagen, imborrable— acabó llorando desconsolado en el banquillo. El resultado final fue 4-1. Queiroz no hizo más cambios; hizo sufrir a quienes ya estaban siendo humillados.
Se abría una época de esplendor para el Sevilla, que le tomó la medida al Madrid en el Pizjuán. En mayo de 2006, David Beckham ponía las cosas muy difíciles después de hacer dos goles en 26 minutos. La reacción del Sevilla fue grandiosa. Antes del descanso, el Sevilla remontó con cuatro goles: uno de Navas, otro de Luis Fabiano y dos de Saviola. Los hispalenses, con Juande Ramos al mando, ganaron 4-3. Era el cierre de la Liga, el broche final perfecto seis días después de conquistar la Copa de la UEFA en Eindhoven.
Transcurrido un año, el Sevilla conquistó la Copa del Rey ante el Getafe. Esto deparó dos nuevos enfrentamientos con el Madrid en la Supercopa de España 2007. Gratos recuerdos para el sevillismo. En Nervión, Luis Fabiano hizo de penalti el tanto de la victoria. Pero en este caso lo mejor llegó en el Santiago Bernabéu, un partido que obligatoriamente hay que traer a la memoria. El Sevilla se impuso 3-5 en el encuentro de vuelta, con dos tantos de Renato y un hat-trick de Kanouté. Una exhibición goleadora difícil de olvidar para los blanquirrojos que, además, supuso un nuevo título para las vitrinas del Pizjuán.
Entre 2006 y 2009, el Sevilla ganó al Real Madrid tres de los cuatro partidos que disputaron en la capital hispalense, e incluso venció 3-4 en el Bernabéu con Manolo Jiménez en el banquillo. En cambio, en las dos últimas temporadas los de Nervión han recibido en casa dos serios correctivos, cayendo derrotados en ambas ocasiones por 2-6. Esto aumenta al ánimo de revancha sevillista, que se alimenta muy especialmente, además, de los cruces en eliminatorias de la Copa del Rey. Las polémicas coperas sobreviven.
Así, es inolvidable lo sucedido el 11 de febrero de 2004. Esa noche el Sevilla intentaba voltear el resultado adverso de 2-0 que traía de la capital de España, en las semifinales de la Copa. Aunque el encuentro no pudo comenzar mejor para los de Caparrós, con un gol de Antonio López en el primer minuto, el Sevilla no consiguió remontar. Al borde del descanso, Zidane fue expulsado por propinar un manotazo a Pablo Alfaro. En el intermedio, Jorge Valdano increpó a Iturralde González en los vestuarios por la roja al francés, algo que el propio Alfaro calificó como "propio de mafiosos". Sea como fuere, Javi Navarro no tardó en ver la segunda amarilla y muchos señalaron al árbitro por dejarse presionar. La indignación fue máxima en el Sevilla.
Mucho más reciente es el duelo copero de 2011, también de semifinales. En la ida, en el Pizjuán, ni el colegiado Undiano Mallenco ni su asistente Fermín Martínez dieron validez a un tanto fantasma de Luis Fabiano que Albiol sacó, aparentemente, una vez el balón había superado la línea de gol. El debate estuvo servido, se mostraron repeticiones desde todos los ángulos, pero el Sevilla, en definitiva, volvía a sentirse perjudicado y, a la postre, fue eliminado de la competición por un Madrid que ese día se empleó con dureza.
Este último encuentro descrito estuvo precedido por un spot publicitario del Sevilla que en Madrid entendieron como una incitación a la violencia, dado que varios futbolistas del Sevilla aparecían pintándose el rostro y el cuerpo con pinturas blancas y rojas; un anuncio considerado incendiario en el club merengue. El spot contenía una frase en portugués: "Vamos deixar-te sem o titulo". Ese era el mensaje para el equipo de Mourinho. El partido no pudo acabar peor para el Sevilla ya que, amén de la derrota, Íker Casillas recibió un botellazo en los últimos minutos, algo siempre perjudicial para la imagen del club y de su afición. Los recogepelotas sevillistas salieron en todas las televisiones por su rapidez a la hora de hacer desaparecer 'las pruebas del delito'.
