Adiós a los fantasmas merengues
La victoria del Sevilla ante el Real Madrid del pasado sábado ha supuesto alejar definitivamente varias tendencias que empezaban a ser preocupantes en los partidos entre los nervionenses y los madridistas.
Para empezar, José Mourinho claudicó por primera vez en el Sánchez Pizjuán. Sufrió el portugués su primera derrota este sábado en un conjunto de resultados que engloba a cinco partidos de Liga y dos de la Copa del Rey. Hasta ahora el luso llevaba pleno.
Significó además el triunfo del sábado cortar la repetición de los dos últimos 2-6 en el Sánchez Pizjuán.
Pero hubo más. Cristiano Ronaldo, bestia negra hasta entonces de los sevillistas, con siete goles en sus dos últimas visitas a Nervión, no solo no marcó, sino que además fue anulado por el centro del campo sevillista.
Por último, también supuso el fin a otra racha, aunque en esta ocasión de forma mucho más satisfactoria para el Sevilla y para Míchel, pues como entrenador nunca había ganado al equipo en el que jugó tantos años y en el que se formó y lo ha conseguido como técnico blanquirrojo.
