Míchel, Caparrós y la herida que no se cierra (audio)

El encuentro entre el Sevilla y el Mallorca, interesante al máximo en lo deportivo, estaba condimentado además con el enfrentamiento en los banquillos de Míchel y Joaquín Caparrós.

Este verano surgió la controversia, ya que el de Utrera fue vinculado con fuerza al banquillo nervionense cuando el madrileño no tenía su continuidad garantizada. Y Míchel sintió la necesidad de defender su posición ante los ataques procedentes del exterior.
Tras el duelo de este lunes, el técnico del Sevilla habló sobre este asunto en el programa 'El larguero', de la Cadena Ser. "No estaba picado con Joaquín pero, aunque soy un tío educado, cuando a uno intentan moverle la silla tiene que tomar sus medidas para defender lo que es mío y de los míos. No ya Caparrós, en general, había movimiento. No se sabía si iba a seguir o no y mucha gente podía haber esperado algo más. Es lo que yo hago cuando estoy sin trabajo, esperar mi momento. Nunca dije el nombre de ningún entrenador, ni era él solo ni dije su nombre", comentó el míster.
Míchel no saludó a Caparrós: "No lo he saludado porque estaba en el palco y no he tenido ocasión de verle, pero no tengo ningún problema en verle", explicó, e hizo mención al hecho de que "la afición ha coreado su nombre, es muy querido aquí y es justo reconocer qué categoría como entrenador tiene". "Le deseo mucha cuerte y le agradezco mucho sus palabras diciendo que el Sevilla acertó conmigo", añadió.
Sin embargo, Míchel se vio obligado a sortear como pudo una sorpresa inesperada. Joaquín Caparrós entró en antena y el madrileño se despidió antes de entrar en cualquier tipo de diálogo con el míster bermellón.
"Le deseo lo mejor; haciendo las cosas bien van a conseguir los objetivos. Yo qué voy a estar mal, si cada año sale mi nombre...", decía Caparrós justo cuando Míchel prefirió desmarcarse de la conversación. "Perdona, Ramón; perdona, Joaquín, me tengo que ir, un abrazo a ambos", se despidió Míchel del técnico y el periodista.
Caparrós, por último, continuó hablando de su vinculación con el club hispalense. "Todos conocen la relación que tengo con la dirección deportiva y los consejeros del Sevilla. Cada vez que vengo como con ellos y mi nombre suena siempre. Pero mi familia y yo teníamos claro que queríamos seguir en Mallorca, donde estamos muy a gusto", concluyó.