Reyes, un genio sin respuesta

Cuando se habla del mejor Reyes, casi por instinto, se recurre también a Quique Sánchez Flores, uno de los entrenadores que ha marcado, para bien, la vida deportiva del utrerano.

El técnico comenzó a desarrollar su particular proceso de recuperación del futbolista en el Benfica, club al que José Antonio llegó en calidad de cedido por el Atlético, cuya grada no perdonó fácilmente su pasado madridista. Luego, ambos coincidieron en el club rojiblanco, y fue allí donde Reyes brilló por última vez siendo un valioso activo en la conquista de títulos y ganándose el respeto de una afición que antes le había maltratado.
El Sevilla le fichó en enero pensando que su regreso ilusionaría a los sevillistas, que el futbolista estaría en disposición de aportarle muchas cosas al equipo, de poner su calidad al servicio del plantel y ser protagonista y líder sobre el césped. En principio, solo consiguió lo primero, hacer feliz a los seguidores nervionenses, que, sin embargo, no han tardado ni un año en darse de bruces con una realidad que algunos temían.
Cada día que pasa, la esperanza de ver a Reyes recuperado disminuye. Pocos entienden los motivos, ya que, a simple vista, es el momento ideal para un jugador como él, arropado al máximo desde el principio y en cuyas botas había intención de poner una parte el nuevo proyecto que comenzaba con Míchel. Sin embargo, el talentoso atacante no aparece y esto desespera al sevillismo.
Como consecuencia, no entró en la lista de convocados para el partido contra el Mallorca. Había participado en Vigo dejando claras evidencias de que sigue muy por debajo de sus posibilidades, y el preparador sevillista prefirió dejarle fuera esta vez. "Se está esforzando, pero uno tiene que ser honesto y poner a los que cree que están mejor", arguyó Míchel después del duelo ante el conjunto balear.
A pesar de esto, Míchel continúa defendiéndole en público, manifestando su confianza en que pronto recupere su nivel. "Reyes está haciendo mucho esfuerzo, y ha perdido siete kilos para adecuarse al entrenamiento. Si tiene un defensor, aunque no lo parezca, soy yo, y estoy seguro de que se va a enganchar porque el equipo lo necesita", comenta el madrileño.
En parte, Míchel se aferra a la teoría expuesta por Quique Sánchez Flores, entrenador milagro con Reyes, quien, en referencia a José Antonio, sostiene que "los genios siempre tienen la respuesta dentro de sí y a veces es difícil sacársela". "Es un futbolista especial, sensible. Le escruté por todos los caminos posibles, le di tiempo y, llevándole por el lado más frágil, se siente poderoso e importante y puede responder", comentaba hace unos meses su preparador en el Atlético.
Sin duda, puede ser uno de los retos de Míchel como entrenador, recuperar a Reyes, un jugador que reúne condiciones técnicas de sobra pero que físicamente no encuentra un buen tono. Esto le resta potencial a su fútbol, ese que Nervión, ahora mismo más desesperanzado que optimista, no renuncia del todo a ver. Porque, en el fondo, los sevillistas esperan que la respuesta que el genio de Utrera guarde en su interior se adecúe a la fe que en su momento depositaron.