Reyes desespera

Un partido como titular, tres encuentros disputados, 163 minutos jugados, ningún gol, dos convocatorias consecutivas fuera de la lista, y más de una llamada a capítulo.

Ese es el peso de José Antonio Reyes en el Sevilla actual, el peso real e intrascendente en el equipo (en kilos ya ha comentado Míchel alguna vez que ha perdido hasta siete con respecto a la temporada pasada). El caso Reyes está dejando de ser relevante para pasar a ser constante, y poco novedoso por tanto.
Desde que llegó en enero su trascendencia en el equipo ha sido nula. Sus guarismos, de hecho, son realmente tristes: 22 partidos en su segunda etapa como sevillista, un gol.
Este flojo rendimiento, que además se ha visto acentuado con una lesión de hombro en septiembre, ha provocado que en más de una ocasión los rectores nervionenses hayan reclamado del utrerano más actitud y más rendimiento. La última, además, ha sido recientemente. Se ha quedado fuera de las dos últimas convocatorias cuando además había una posición vacante en la banda izquierda, tras la baja de Trochowski.
Su última presencia en Vigo fue improductiva, como tantas otras, y esto está exasperando a los dirigentes sevillistas.
De ahí esa última llamada de atención. José María del Nido ha comentado alguna vez que recibió el compromiso del mismo futbolista utrerano de una máxima implicación, pero el presidente no percibe esa confianza, ni el presidente, ni el director deportivo ni Monchi. De ahí que los responsables nervionenses reclamen más del jugador formado en la carretera de Utrera.
Posiblemente este jueves, en la Copa del Rey, el exjugador del Atlético tenga una nueva oportunidad, minutos y la ocasión de que es recuperable, de que puede aportar en este Sevilla, algo que ya muchos dudan.
De momento, lo único que transmite Reyes es desesperación.