Marcados por la Copa
El partido de vuelta de la semifinal de la Copa del Rey entre el Sevilla y el Atlético de Madrid ha dejado algunos damnificados en el plantel nervionense. Más que por la eliminación, hasta cierto punto lógica y posible, por la forma de la misma y por algunos detalles sintomáticos que dejó el encuentro.
De entrada, la defensa volvió a hacer aguas en un encuentro trascendental. Y los focos se centraron en gran parte en Alberto Botía, retratado en los dos goles del Atlético de Madrid. Botía tiene una particular cláusula de continuidad a la que se podría acoger el conjunto nervionense. El murciano recaló en Sevilla con una especie de cesión por parte de Doyen Group. Si el jugador disputa 27 partidos (más de 45 minutos en cada uno) o el equipo se mete en Europa, renovará. De momento lleva disputados 13 de la Liga y siete de la Copa, pero en dos de ellos no jugó más de 45 minutos. Es decir, a efectos de renovación acumula 18 encuentros. Quedan 13 encuentros de Liga. Si disputa nueve (al menos 45 minutos de cada uno de ellos) se quedará en el Sevilla.
Está por ver cómo actúan Unai Emery y el club en adelante en este asunto. Sobre todo porque con la marcha de Spahic no hay muchas opciones para el técnico en la defensa.
El caso de José Antonio Reyes también fue curioso. Emery lo reservó en Barcelona para que estuviera fresco ante el Atlético, pero el utrerano completó una primera parte nefasta. ¿Tanto como para retirarlo en un encuentro que precisaba poder ofensivo? El técnico vasco respondió a esta pregunta sustituyéndolo y señalándolo claramente. Hasta el momento Emery había confiado en Reyes. En adelante se verá, pero no es descartable una posibilidad que ya probó con éxito en el Valencia, la de una banda izquierda con dos laterales. El tándem Fernando Navarro-Alberto Moreno quizás no esté tan lejano.
Inevitablemente, es extremadamente llamativo que en un encuentro como la vuelta de una semifinal de la Copa del Rey, con la necesidad de marcar cuatro goles, Emery no agote los tres cambios en su equipo, pero sobre todo que ni siquiera opte por la posibilidad de sacar al campo al delantero suplente, a Babá. Fue una auténtica declaración de intenciones. Más aún teniendo en cuenta que el senegalés jugó en Barcelona como titular para dar descanso a Negredo y duró 45 minutos.
Igualmente, que Campaña y Stevanovic, jugadores a los que se le presupone ciertas capacidades técnicas y ofensivas, necesarias en parte para un partido como el de este miércoles, se queden en las gradas no deja de ser llamativo. Más aún en el caso del bosnio, pues llegó en invierno como refuerzo de la parte ofensiva del equipo.
Además de estas cuestiones, no hay que pasar por alto que tanto Kondogbia como Medel pueden recibir fuertes sanciones por sus expulsiones, que pueden trascender incluso la Copa y cumplirse en la Liga.
Y, en mayor o menor medida, también fue palpable que el planteamiento de Emery en este caso no resultó demasiado efectivo, aunque ciertamente estuvo bastante lastrado por acciones individuales. En cualquier caso, el vasco hasta el momento ha ofrecido más soluciones que problemas y el equipo ha mejorado desde su llegada.
En el caso del director deportivo, Monchi, el banquillo del Sevilla ante el Atlético (Palop, Cicinho, Cala, Javi Hervás, Maduro, Manu y Babá) denota una evidente falta de recursos en la plantilla. De hecho, Emery ha tenido claro desde su llegada que contaba con una serie de futbolistas fijos a los que le ha dado el mando del equipo. De esos futbolistas, por cierto, dependerá la evolución del equipo en las últimas 13 jornadas de la Liga.
